Extractivismo: Sistema global impuesto, desde los grandes intereses financieros y transnacionales, a los estados nacionales del continente Latinoaméricano. Modelo económico basado en la extracción intensiva (en grandes volúmenes) de recursos naturales y destinado para su venta en el exterior (exportación), dejando como consecuencia grandes devastaciones, “zonas de catástrofe”, contaminación, enfermedades, despojos, asesinatos políticos a quienes se opongan, desplazamientos forzados y el quiebre de las formas de vida indígena, comunitarias y campesinas, en los territorios en conflicto por estos intereses corporativos. Actualmente, este modelo depredador y atropellador, además de amenazar la supervivencia de especies en peligro de extinción, la existencia de pueblos originarios y fuentes de agua potable, también tiene al planeta al borde del colapso ambiental, generando irreparables consecuencias en toda la tierra. No es un problema aislado de un país, localidad o territorio, es un sistema global en aumento y expansión, que amenaza la vida de la humanidad y la biodiversidad mundial, teniendo al planeta a pasos de su propia autodestrucción.
Los principales responsables de esta calamidad son las industrias mineras, petroleras, centrales nucleares, hidroeléctricas, termoeléctricas, geotérmicas, agroindustrias y metalúrgicas, responsables de arrojar altos niveles de CO2 y polución en la atmósfera, residuos industriales derramados en la biodiversidad y fuentes de agua, empresas forestales/madereras y celulosas deforestan masivamente, acabando sistemáticamente bosques milenarios, junto a la Amazonía, el “Pulmón del planeta” (1/3 de la biodiversidad del planeta y genera más del 20% del oxigeno del mundo). La suma de todo este sistema global de industrias extractivistas, provocan en gran medida el llamado “calentamiento global”, interviniendo irremediablemente espacios naturales para sus extracciones de recursos, destruyendo sin control los ecosistemas de todo el planeta con tal de sus fines económicos, satisfaciendo una demanda mercantil global de recursos y materias primas.
A pesar de esta catastrófica realidad, existen diversos movimientos sociales, pueblos originarios, organizaciones, colectivos y comunidades que impiden que los efectos negativos del extractivismo aumenten, resistiendo desde sus territorios y espacios comunitarios a empresas que encarnan este modelo antinatural.
En toda Latinoamérica (Abya Yala) existen resistencias territoriales que hacen lo posible para que la maquinaria de la destrucción de ecosistemas no siga avanzando… Te invitamos a conocer un poco de sus propuestas, ideas y luchas para salvar el planeta, las fuentes de agua y biodiversidad, terminar con el modelo extractivista, volver a una forma de vida mas respetuosa con la ÑukeMapu-PachaMama (Madre Tierra), construyendo redes agroecológicas, autónomas y recuperando sus territorios ancestrales que les fueron arrebatados.